jueves, diciembre 27, 2012

Podría... Podría quererte un poco más.

Podría decirte todo lo que siento. Todo lo que pienso.
Podría ser completamente transparente para ti.
Podría perder el miedo.
Podría empezar a decirte lo mucho que te quiero.

Podría decirte que me encantas. Que anudas mi garganta.
Podría confesarte que cada centímetro de mí se estremece si te acercas.
Podría hacerle entender al corazón lo que grita mi razón.
Podría borrar cada caricia tuya que se marcó a fuego en mi piel

Podría hacerte ver lo que te puedes perder.
Podría cuidarte.
Podría abrazarte.
Podría no soltarte.

Podría... Podría empezar a hacer las cosas que siempre quise hacer.

¿De qué me sirve...?

Me pregunto una y otra vez...
Pasar las horas muertas pensando en ti. En todo lo que vivimos hasta ahora. Imágenes de momentos a tu lado asaltando mi recuerdo. Palabras sueltas que susurraron tus labios. Suspiros que no cualquiera podría escuchar. Miradas y sonrisas sincronizadas. Te quiero's que abundaban y ahora están en peligro de extinción. Caricias. Confesiones. Mentiras. Lágrimas... Demasiadas cosas. Demasiadas emociones causadas por una sola persona. Demasiadas emociones que desembocan en un solo sentimiento. Desembocan en quererte. Quererte día tras día, semana tras semana y así mes a mes.
Y a pesar de mis quejas pensando que podría irnos mejor, me doy cuenta de que no he sacado apenas nada malo en comparación con todo lo que me has dado y espero sigas dando.
Siento que aunque algún día acabe el sentimiento, siempre te recordaré por las muchas cosas que me has dado, enseñado, mostrado, hecho sentir. Recordaré esa primera sonrisa que vi en tus labios. O la primera broma que inocentemente te gasté. El primer momento en el que creí odiarte. Las primeras lágrimas al saber que no habría nada, nada más. El primer te quiero. La primera canción que me recordó a ti. Las muchas conversaciones en las que te conocía cada vez un poquito más. Los muchos momentos en que sentí que ya no podría volver atrás...

No ha hecho falta demasiado tiempo para darme cuenta de que, sin quererlo tú, y sin quererlo yo, has pasado a ser una prioridad. Lo que empezó como una pequeña casualidad, ahora es un gran pilar en mi vida. Podría decirte todo esto a ti, pero te aburrirías. Prefiero que lo descubras como me descubriste a mí: De... Casualidad.



miércoles, diciembre 26, 2012

¿Y si algún día le da por mirar a tus muñecas?

Se forma un silencio sepulcral. Levantas la cabeza y buscas su mirada. La ves directamente clavada en tus muñecas. Escalofríos recorren todo tu cuerpo y a penas puedes respirar. Tu pulso se acelera y notas que no tienes palabras. Oyes tus propios latidos retumbando en tus oídos y temes por lo que pueda pasar. Vuelve a ti esa sensación de ser descubierto. En ese momento recuerdas todos aquellos momentos...
Todas aquellas noches en tu cuarto llorando sin parar. Sintiendo que tu mundo se derrumba. Que tu vida vale menos que nada. Todas esas noches recordándote a ti misma lo inútil que eres. Lo poco que vales. Lo bien que estaría el mundo sin ti. Imágenes asaltan tus recuerdos. Las canciones que ponías bien alto para que nadie escuchara tu llanto los terminan de encender. Recuerdas la caricia del fino metal sobre tu piel. Tus lágrimas brotar a la vez que todo a tu alrededor se teñía de un color rojo apagado. 
No lo puedes evitar. Agachas la cabeza arrepentida y empiezan a caer lentamente lágrimas de tus ojos. Se acerca a ti y con un suave gesto eleva tu rostro. Te mira fijamente. Sus ojos no reflejan nada. Ni decepción. Ni tristeza. Ni ira. Nada. Completamente neutros. Como nunca. Y sin mediar palabra, te abraza. Cierras tus manos con fuerza por su espalda, atrapando parte de sus ropas mientras cada vez hace más fuerza. "Para mí sigues siendo la misma, no te preocupes. No dejaré que eso vuelva a pasarte. No estás sola. Ahora de verdad sé todo lo que esconde tu sonrisa. Eres más fuerte de lo que ya pensaba pero aun así, cuenta conmigo para lo que necesites. Te quiero." Dice lenta y pausadamente mientras se entrecorta su voz. Suspiras y notas una gran liberación. 
"Al final no era para tanto" -piensas- "Casi mejor que sepa la verdad. Que sepa quien de verdad soy...".



Después de leer esto, muchos sacaréis conclusiones precipitadas, sin saber lo que de verdad pretendo decir. Soy consciente de que muchas personas a mi alrededor se autolesionan. También soy consciente de todos los problemas a los que se enfrentan día a día. Todos esos que nunca cuentan y se guardan para ellos mismos, por eso deberías saber que nunca, nunca, terminarás de conocer a alguien del todo y no tendrás el suficiente derecho para juzgarles, ni a ellos ni a sus actos. Siempre hay algo que callar por múltiples motivos. Os pediría que si alguna vez os encontráis con un caso como este, no preguntarais el por qué, pues son heridas del pasado. Limitaos a que no vuelvan a ocurrir y ayudad a esas personas todo lo que podáis. Y a los que os hayáis sentido protagonistas en esta situación... Confiad. Pero tened claro en quien. Dejaos ayudar por muy difícil que os parezca.

Ganas de...


Es una sensación cálida que te envuelve y hace que te estremezcas soltando un pequeño suspiro.
 Es algo que te llena, te vuelve débil por un instante pero te hace más fuerte en cuanto acaba. 
Te da ánimos para continuar, para poder esperar hasta la próxima vez que puedas recibir uno. 
Es lo que buscas cuando estás triste, tu luz se apaga y tu mundo se derrumba.
 Lo que buscas cuando algo bueno ocurre y lo acompañas con una enorme sonrisa.
Es felicidad y, a su vez, tristeza. 
Es una debilidad que te hace fuerte.
 Que produce añoranza. 
Que hace que te rindas ante su presencia.

Eso que tanto echas de menos por las noches, al levantarte, a lo largo del día. 
Eso en lo que piensas constantemente. 
Eso a lo que esperas lo que te parece una verdadera eternidad. 
Eso que muchas veces no te has atrevido a dar. 
Eso que nunca te has atrevido a pedir cuando lo necesitabas de verdad. 

Si a estas alturas no sabes de qué hablo es porque nunca has recibido algo así. 
Uno tan especial. 
Diferente que no extraño. 
Único. 
Uno que te atonta. 
Uno que se manifiesta en tu recuerdo innumerables veces.
 Uno que te persigue hasta en sueños.
 Uno que anhelas constantemente. 
Hablo de un... 
Un simple que no cualquier abrazo. 
Hablo de uno... 
Suyo.

17.

Odio las fotografías.

Mas que a las fotografías, a los retratos. Imágenes congeladas en el tiempo que cada vez que las miremos nos recordarán que nada volverá a ser como antes.
Son crueles pruebas que nos hacen recordar el pasado y nos muestran que hemos cambiado. Parece que nos dicen: "Mira, esta eras tú. Cómo sonreías... ¿Eras verdaderamente feliz? ¿Eso crees?
¿Qué le ha pasado entonces a tu sonrisa? ¿Por qué no vuelve a dibujarse en tus labios de la misma forma en que lo hacía antes? ¿Qué te ha pasado, pequeña? La vida ha destruido, borrado, quemado tu sonrisa... ¿No te quedan sueños y esperanzas? Has cambiado. Tú no eras así. Tú no te rendías."

Recordarás tiempos mejores al verlas. Después caerás en la cuenta de que esos tiempos no volverán y te romperás un poquito más por dentro. Si hay algo que debes saber es que nada volverá a ser como antes. Habrá tiempos mejores y tiempos peores, pero no por ello tienes que perder la fe en ti misma. Demuéstrate que si pudiste sonreír una vez y llegaste hasta aquí a pesar de todo, podrás volver a sonreír aunque la vida intente destruir esa sonrisa una y otra vez. No te rindas nunca.  Tu pequeño "yo" del pasado no lo habría hecho... De hecho sin haber vivido todo lo que tú has vivido hasta este punto conseguiste superar problemas insufribles, en los cuales más de una vez perdiste la esperanza y aun así seguiste sonriendo. Devuélvete esa sonrisa que te han quitado. Esa sonrisa que te costó ganar. Esa sonrisa que solo tú sabes dibujar y no dejes que se la lleven del todo nunca.

lunes, noviembre 05, 2012

Now or never.

Recuerdo como hace unos meses me lamentaba por quererte, por necesitarte, por depender de ti. Lamentaba el ser tan idiota, ingenua, ilusa... Veía como pasaban las horas y contaba los días que me quedaban para volver a estar a tu lado. Esa eterna espera para una sola tarde de felicidad, ¿merecía la pena?. Sí. Todo mereció la pena. Absolutamente todo. No me arrepiento de nada de lo que he hecho, mas bien, me arrepiento de lo que no he llegado a hacer por vergüenza, por miedo a perderte...
Aun así, sigo arrepintiéndome de no hacer cosas, sigo sin armarme de valor y vivir el ahora o nunca. Bueno, lo vivo, pero siempre escojo el nunca y luego me arrepiento. 

Porque cada vez que elijo ese "ahora", saltan las alarmas en mi mente. Esa vocecita que me dice que lo estoy haciendo mal, que pare cuanto antes. Esa respuesta al instinto de hacer lo que quieres. Lo que de verdad te apetece en el momento. Pero cuando de verdad siento que nada puede salir mal e ignoro las alarmas, me doy cuenta de lo que me he perdido hasta el momento. Esa sensación efímera de que nada más importa. Esos pocos segundos en los que te siento cerca, en los que se acelera el pulso, me olvido de todo por completo y me limito a vivir el momento, a grabarlo a fuego en mi memoria. Y otra vez, vuelven a saltar las dichosas alarmas...
Supongo que sigo teniendo ese miedo a que todo cambie, a volver a ser débil, a necesitarte y no tenerte, ese miedo a... volver a perderte.

viernes, octubre 19, 2012

Tu sonrisa.

Tu sonrisa. 
Esa que es débil y brillante, tenaz y desafiante. 
Esa que hace esperar al tiempo.
Esa que despierta hasta al más perezoso sentimiento.
La que merece un monumento.

Tu sonrisa.
Esa tan endeble que parece de cristal.
Tan delicada y suspicaz.
Tan breve y vulnerable.
La que de verdad merece que hable y le diga:
Que nace donde se juntan el cielo y el mar.
Donde se unen la luz y la oscuridad.
Donde luchan amor y paz.
Donde existe lo imposible...

Porque tu sonrisa es única, no tiene igual. 
No parece ni real...



Sentimientos fugaces.

Pequeños detalles que pasamos inadvertidos. Cosas simples y pequeñas que no apreciamos cuando están ahí por segundos pero nos invade la nostalgia cuando nos damos cuenta de que se han ido.
Cosas como...
El olor a café recién hecho en una mañana de invierno.
El calor de un abrazo.
Nuestro cuarto alumbrado por la luz de la luna.
El estribillo de una canción.
El sonido que creamos al caminar sobre la nieve.
El olor a tierra mojada cuando llueve.
El primer trago de una bebida caliente recorriendo todo nuestro cuerpo.
La alegría que te da cuando ponen tu canción favorita en la radio.
Esa película que viste una vez y no te afectó, pero al verla después de mucho tiempo te hizo llorar como un niño.
El calor al ponerte una prenda recién planchada.
El olor a suavizante en la ropa.
El sonido de la lluvia en los cristales.
La sonrisa de un niño.
El lametazo de un animal demostrándote su aprecio.

Son cosas simples, cosas que podemos tener día a día. Simples sentimientos. Sentimientos fugaces. Fugaces como tu sonrisa.



domingo, octubre 07, 2012

Decisiones.

A lo largo de un día nos enfrentamos a más de cien decisiones y a sus consecuencias. Con cada decisión vamos creando nuestro camino, guiándolo por distintos lugares. A veces, aunque creamos que nosotros decidimos por dónde ha de ir el camino, es al revés, el camino decide a dónde vamos nosotros.

Hay personas que creen en un camino llamado "Destino". Creen que su historia ya está escrita y sólo se limitan a seguirla, a dejar que el camino les lleve hasta su final.
Otras, sin embargo, piensan que pueden modificar su camino como quieran, pueden elegir como vivir, como recorrer el camino antes de llegar a ese final.
Ambas creencias coinciden en que hay un final al que todos vamos a llegar.

Personalmente, creo que no hay que conformarse con lo que nos da la vida. No hay que conformarse a lo que estamos "predestinados". Tienes que saber llevar tu vida, hacerla tuya de verdad, y eso lo consigues sólo tomando tus propias decisiones y afrontando las consecuencias de tus actos.

"Si no actúas como piensas, vas a terminar pensando como actúas."

Con esto quiero decir que tienes que saber llevar las riendas de tu vida, hacer lo que de verdad quieras. Si tienes que pararte a pensar en las consecuencias que pueden traer tus actos, hazlo, pero no dejes que tu camino te lleve. Son nuestros actos los que nos definen, los que nos crean, nos cambian, nos enseñan y solo nosotros decidimos quién queremos ser y no nuestro destino.

lunes, septiembre 17, 2012

"Por y para siempre"

Estás tumbada en tu cama, mirando al techo, pensando en nada. Esperando a que te llame como todos los días para veros y pasar una tarde más juntos.
Todos los días, a la misma hora, te llama para verte. Haga frío, calor, llueva o nieve. "Lleva haciéndolo durante tres años."  -Piensas- "No ha habido día que no nos viésemos. No entiendo porque se está retrasando tanto."
Pasan las horas y sigue sin llamar. Sin dar señales. No sabes porqué. "Quizá se haya entretenido en clases o quizá tiene cosas que hacer. Cosas más importantes que llamarme."

Al fin suena el teléfono. Te levantas de un brinco y vas corriendo a cogerlo.
- ¿Sí? - Contestas esperanzada y con una sonrisa. - Sí, soy yo. - Tu sonrisa empieza a apagarse a medida que el chico que hay al otro lado del teléfono te empieza a contar lo que ha pasado. - Ha... sufrido un accidente. Está en una situación grave. No sabemos si se va a recuperar. Lo siento. - Notas las lágrimas inundando tus ojos y resbalando lentamente por tus mejillas hasta caer al suelo.
Agachas la cabeza y cuelgas el teléfono. En un instante empiezas a recordar el día en el que os conocisteis. Todos los momentos que habéis vivido. Cada sonrisa a su lado. Cada mirada. Cada beso. Aquel día en el que salió a buscarte bajo la lluvia tras aquella tonta discusión. "Nunca dejaré que te marches." -Dijo-"Nunca dejaré que te vayas de mi lado. Porque sin ti no soy yo. No dejaré que te vayas así, sin hacerte saber lo que significas para mí y nunca me iré de tu lado. Te cuidaré pase lo que pase. Porque te quiero por y para siempre." - Recuerdas el calor de sus abrazos que cada vez echas más en falta.

Sales corriendo hacia el hospital. En el camino te pierdes en tus pensamientos mientras se aleja el sonido de las gotas de lluvia golpeando en los cristales. Llegas y allí están sus padres, vuestros amigos. Caras tristes y lágrimas abundan en la sala.
Te arrodillas a su lado. Para ti no hay nadie más en esa habitación, todos desaparecen en un vacío inexistente. Solo ves su cuerpo tumbado en la cama. "Parece que duerme." - Piensas.

Coges su mano, la acercas a tu cara y suavemente le das un beso que se funde entre lágrimas. Abre los ojos y te sonríe como puede. Rompes a llorar. Casi no puedes articular palabra pero aún así, haces todo lo posible por decírselo. "Por favor, no te vayas. No me dejes sola. Dijiste que nunca te irías de mi lado. Que me cuidarías pase lo que pase. Sé que no puedo vivir sin ti. No te vayas." -Miras a sus padres. Te acercas a ellos y les pides un favor. Vuelves a su lado y posas todo tu cuerpo sobre una sola rodilla. "Quiero que estemos juntos siempre. Pase lo que pase. En lo bueno y en lo malo. Te quiero por y para siempre." -Unas lágrimas recorren su rostro mientras pones un anillo en su dedo anular. Te mira y con un hilo de voz... "Dije que nunca te dejaría y cumplo mis promesas. Nunca me iría sin hacerte saber primero lo que significas para mí. Te cuidaré pase lo que pase aunque a veces no me veas a tu lado, siempre allí estaré. Porque te quiero por y para siempre. No lo olvides nunca, por favor."
Cierra los ojos y afloja su mano. Te va soltando poco a poco. Notas que se va y no puedes hacer nada. Te acercas lentamente, le das un beso. Notas que el calor de sus labios no es el mismo. Piensas que no volverás a sentir el calor de sus abrazos, no volverás a ver su sonrisa, su mirada...
"Te quiero por y para siempre..." 

domingo, septiembre 16, 2012

Acostumbrarme a ti.

Me he acostumbrado a quererte, a estar contigo a ratos, a aprovechar cada momento porque contigo no hay dos iguales.
Me he acostumbrado a tus caricias, tus abrazos, a tus "te quiero" cuando menos me lo espero, a ti, a tus virtudes y defectos.
Me he acostumbrado a esta situación y no me importa que todo siga igual y nunca cambie. Me he acostumbrado a tenerte a ratos.
Me he acostumbrado a sufrir. No te preocupes por mí. Vive. Te toca ser feliz.

viernes, agosto 24, 2012

Miedo a perderte y perderme tras de ti.

Es graciosa la forma en la que nos arrastramos, nos volvemos indefensos y débiles, cuando estamos a punto de perder algo que de verdad queremos.
Esa forma de aferrarnos a cualquier mínimo detalle. Esa forma de agarrarlo con fuerza y pegarlo a nuestro cuerpo. Esa forma de decir "No te vayas nunca, por favor." Esa forma de llorar de la impotencia. De saber que no puedes hacer nada por retenerlo un poco más, no puedes hacer nada para que no se marche de tu vida. Esa forma de ver como se va, se aleja y te deja atrás...

Caes de rodillas al suelo, agarrando su mano, con lágrimas en los ojos y suplicándole que no se vaya.
Pierdes las fuerzas y le sueltas poco a poco. Apoyas las dos manos en el suelo y lo contemplas un rato, viendo como tus lágrimas caen y lo humedecen. Levantas la vista y ahí sigue, de pie, observándote, sin ninguna expresión...
Da media vuelta y comienza a caminar, a alejarse muy despacito, hacia la nada, hacia un lugar oscuro, el cual no puedes ver. Oyes sus pasos alejándose. Alejándose de ti. Piensas que eso será lo último que oirás viniendo de esa persona. Mientras, no haces nada, sigues mirando hacia ese lugar oscuro y llorando, viendo como esa persona a la que tanto quieres,  por la que tanto has luchado, con quien has vivido tantos momentos, se va... Sin mas, sin remordimientos de dejarte sola e indefensa y sin fuerzas para continuar.

Cuando apenas puedes ver su rostro, se voltea y te mira. Es un adiós. El adiós definitivo. Su forma de decirte adiós. Sin palabras. Sin explicarte siquiera si has significado algo, has marcado su vida o simplemente has sido una persona más.
Se va... No dices nada... No luchas por retenerle, ni siquiera le dices lo que sientes y empiezas a pensar "¿Para qué? ¿Acaso hubiese cambiado algo? ¿Acaso se merece saber lo que de verdad siento? ¿Se merece saber lo mucho que me importa cuando siquiera dijo adiós? Aunque... Si lo hubiese sabido, a lo mejor se hubiera despedido o no se habría marchado. A lo mejor, solo se alejaba por miedo. Para protegerse o peor, protegerme a mí..." Suspiras... Ya no está... Ya no puedes hacer nada, es demasiado tarde. Ya nunca sabrás lo que pudo haber pasado si hubieras dicho la verdad.

lunes, agosto 06, 2012

Tú.

Ahora me encuentro en un callejón oscuro y sin salida. Sentada en el suelo, encogida, con la cabeza apoyada en las rodillas, esperando una señal, un motivo, algo que me ayude a seguir hacia delante.
Con la mirada clavada en una pared de ladrillo, no paro de pensar en ti. En tu mirada, tu sonrisa, tu voz, tus abrazos, tus te quiero, tu felicidad, tu mano agarrada por la mía...
Recuerdo cada momento vivido a tu lado, desde el mismísimo principio. Cada conversación, cada sonrisa, cada palabra escapando entre tus labios. Cada movimiento, cada roce, cada mirada, cada caricia. Cada segundo, cada minuto y cada hora...
Es entonces cuando me doy cuenta de que solo tú puedes salvarme. Guiarme de nuevo hacia la luz. Hacia la felicidad.
Es entonces cuando me doy cuenta de que tú nunca vendrás.
Tú, que consigues sacarme la sonrisa más sincera del universo con solo dos palabras.
Tú, que con solo un silencio, me hundes en lo más profundo de mi ser.
Tú, que me importas tanto.
Tú, que mereces ser feliz.
Vuelvo a la realidad. Sigo aquí, esperando a que alguien venga a buscarme. Aunque, esta vez, presiento que me quedaré esperando por mucho tiempo más...

sábado, julio 14, 2012

Se fuerte, se feliz.



No merece la pena perder la vida queriendo cuando mucha gente que no quería fue obligada a abandonar este mundo, dejando atrás montones de personas desoladas, personas que ahora los echarán de menos y no pueden remediarlo, no pueden volver atrás en el tiempo y recuperar a su hijo, hija, marido, mujer, madre, padre, hermano, hermana, novio, novia... No pueden.


El suicidio me parece un acto muy egoísta, ya que, muchas personas lamentarán el perderte y a lo mejor no lo sabes pero a más de una persona le importas y más de una persona no podrá vivir tranquila sin ti. Dejarías a personas que te quieren solas, tristes, lamentando haberte perdido, en este mundo cruel del que tú te permitiste huir.


Tienes que aprender a apreciar lo que tienes, a darle menos importancia a lo malo y más a lo bueno.A sacar algo bueno de cualquier situación. A recordar momentos felices, aunque ya sean pasado, porque si algún día fuiste feliz, quiere decir, que puedes volver a serlo en un futuro.


Sigue hacia delante, nunca sabes lo que te deparará el futuro y nunca lo sabrás si te rindes ahora.

martes, julio 10, 2012

Un lugar al que verdaderamente perteneces.

Volver a un lugar en el cual hace mucho que no has estado. Situarte en algún lado, en el mismo lado en el que solías estar años atrás. Admirar el paisaje que ven tus ojos. Desconectar. Despreocuparte de todo por un momento. Miles de recuerdos invaden tu mente. Tanto tiempo pasado. Tantas cosas vividas. Pocas cosas olvidadas.
Permaneces inmóvil allí. Sigues mirando el mismo paisaje que mirabas años atrás, cuando eras un niño, cuando eras despreocupado y alegre, cuando todo daba igual. El paisaje sigue igual, salvo por un cambio, tu cambio. Tú has cambiado, pero solo por fuera. Tu mirada sigue siendo la misma. Tus ojos se iluminan cuando estás allí. Cuando recuerdas el verde de esos árboles. La oscuridad de aquellas noches. Las estrellas  adornando el cielo. Ese silencio sepulcral que había de madrugada. Tardes, mañanas y noches felices en aquel lugar. Todo sigue igual. 
Esa sensación de calma, tranquilidad, seguridad, de que nada te va a pasar allí, de que ese es tu verdadero hogar. Cantidad de buenos recuerdos, pocos que te puedan amargar. Tantos son los buenos, que los malos se pueden olvidar con mucha facilidad.
Recuerdas canciones, momentos, personas, olores, colores, sonidos, sentimientos... Sí... Sigues sintiendo lo mismo cuando estás ahí, lo mismo que sentiste la primera vez que pisaste esas tierras, te sientes niño otra vez.
Me alegro de sentir que pertenezco a un lugar. Por desgracia, un lugar alejado de donde vivo en realidad. Me entristece pensar que no voy a volver a pisar esa tierra, a oler esos olivos, a ver ese paisaje... Me entristece pensar que mis ojos no se volverán a iluminar jamás como lo hacían antes.

jueves, junio 14, 2012

Del 1 al 10, ¿cuánto me quieres?

Y me preguntó: "Del 1 al 10, ¿cuánto me quieres?" Es una pregunta sencilla, con una complicada respuesta...

Es algo difícil de explicar pero lo intentaré:


"Te quiero mucho, demasiado, tanto que no se puede medir. Es extraño, no es un cariño normal, es especial.  Diferente. 

No puedo medirlo con unos simples números. Tal vez decir diez fuese un número muy pequeño, o tal vez, un número demasiado grande. El amor es algo que no se puede medir si no lo sientes, sabes lo mucho que quieres a alguien según la intensidad con la que sientes ese sentimiento. 

No se puede explicar, es imposible. 
Es como intentar medir la cantidad de color verde en tu mirada. Intentar medir lo feliz que soy a tu lado. Intentar describir lo que siento cuando tus brazos me rodean o cuando tus labios dicen: 
"Te quiero". 

Es como intentar describir lo que siento cuando acaricio tu mano o cuando me recuerdas algún momento que hayamos vivido. Momentos buenos, sin duda, porque han sido vividos a tu lado.
Es como intentar no sentir lo que siento cuando sonríes o llega el momento de despedirnos. 

Es simplemente, algo increíble, inexplicable, como lo eres tú."



jueves, mayo 17, 2012

Solía ser amistad

Duele ver como ya no sirves, no haces falta a esa persona cuando un día fuiste todo lo que tuvo. Defendiste lo imposible por ella, perdiste personas por conservar su amistad y ahora todo eso se desvanece... Se esfuma en una nube del tiempo.

Miras atrás, momentos vividos, algunos algo borrosos de tantas cosas que vivisteis juntas, imposible recordarlas todas. Recuerdas los momentos felices junto a ella, las risas, las bromas, apodos cariñosos... También recuerdas los enfados tontos, muchos enfados, pero ni mil enfados podrían destrozar una amistad tan fuerte, algo especial os unía. Ahora, eso no es nada, hasta el simple roce de una pluma podría cortar el fino vínculo que os une. Lo peor, es que a ella eso ya no le importa, no eres nada.

¿Y qué hacer?, fácil: Hablar, tenéis que hablar. Planeas todo lo que quieres decirla, hacerla un breve resumen de vuestra historia, incluyendo malos y buenos momentos, risas y llantos, por si acaso, escribes una carta con todo lo que piensas.

Llegas allí, frente a ella y sus ojos ya no son como antes, no transmiten lo mismo. Está ahí, quieta, fría, distante y borde... No te salen las palabras, es imposible, sabes que ella no es así y que ha cambiado mucho por culpa de algunas personas. Te acercas y le das la carta diciendo "Ten, es tuya, léela, rómpela, haz lo que quieras, pero si te vas, por lo menos, quiero que estés avisada de las consecuencias"...

En esa carta dices lo mucho que te importa a pesar de no haberlo dicho mucho con palabras, pero que con tus actos lo intentabas demostrar. No eres perfecta, pero siempre has intentado serlo para ella, para verla feliz. Ha sido una hermana para ti, ha estado en los malos momentos, al igual que en los buenos. En definitiva, es importante para ti y a pesar de todo lo que ha hecho sin razones, la sigues queriendo.


miércoles, mayo 09, 2012

Sin ti.

A veces el subconsciente nos traiciona, haciéndonos volver a momentos pasados, recordándonos un olor, un lugar, una persona...
Otras veces actúa en nuestra contra haciéndonos soñar con cosas que sabemos que jamás pasarán.

La otra noche soñé contigo. Estabas ahí, enfrente mía, de pie, con los brazos abiertos, preparándote para un abrazo. Yo corrí hacia ti sin pensármelo dos veces, estabas allí, no podía perder la oportunidad de volver a abrazarte, ya que nunca se sabe cuando podría volver a hacerlo. Te abracé. Aunque solo fue un sueño, esa sensación... Esa sensación era demasiado real. Esa sensación de calor, de tenerte entre mis brazos, era todo tan... real.
Recuerdo unas lágrimas recorriendo mis mejillas mientras te abrazaba... Supongo que es mi forma de expresar lo mucho que te echaba de menos. Sentirte aquí, a mi lado. Puedo ser frágil, puedo llorar abrazada a ti, nada me va a pasar, tú me proteges.
Consigo ver algo a través de las lágrimas. Veo tus ojos, tus preciosos ojos mirándome, unos ojos llorosos acompañados por la sonrisa más bonita, la sonrisa de tus labios. De pronto, empiezo a oír tu voz dulce, cariñosa y cálida pregúntandome porqué lloro. Te miro, me encojo de hombros y con voz temblorosa y entrecortada consigo decirte "Te echaba de menos". Tú me sonríes y me abrazas aún más fuerte que antes. Mientras, me recuerdas lo tonta que soy por llorar, que nunca te has ido y nunca te irás, estarás ahí por siempre. No quiero soltarte, temo perderte, y estoy tan a gusto con tus brazos rodeándome, que no sé bien si quiero despertar... pero se acerca el momento, no lo puedo evitar. Me aferro a tu recuerdo como una niña pequeña, la niña que aún soy, la niña en la que me convierto cuando estoy a tu lado.

Abro los ojos y me hallo abrazada a la almohada empapada en lágrimas, aún pensando en lo que acabo de soñar. No quería despertar. Enfrentarme otra vez a la dura realidad sin tus abrazos, tu mirada, tu sonrisa... una dura realidad, sin ti.

jueves, mayo 03, 2012

Cambios

El tiempo pasa y no perdona. Las personas cambian, vienen y van. Mientras tú ves como todo cambia a tu alrededor. Te paras un instante, miras atrás y empiezas a recordar. Te transportas a diferentes recuerdos con distintas personas. Personas que no parecen las mismas. En menos de una semana una persona puede cambiar más que en toda su vida. Puede pasar de ser la persona más dulce y adorable a ser la persona más seria y distante que has conocido nunca.

Nunca se sabe cuando la indiferencia empieza a hacer más daño que una mala contestación. La indiferencia es más dolorosa que el odio. 

Esa sensación de mirar a una persona que ha estado una vida a tu lado y no poder reconocerla. No hablo físicamente, no. Hablo de su personalidad, de como es, como se comporta, como te trata después de tanto tiempo. Llegasteis a ser tanto y ahora sois tan poco... Sois dos extrañas que se miran sin sentir nada en absoluto. Solo cuando la miras desde la lejanía y observas sus movimientos, sabes que realmente no es ella, ha cambiado. Ya no es esa amiga que un día estuvo a tu lado, no, y no volverá, nada será igual. 

Lo único que puedes hacer es seguir hacia adelante, ella se quedó atrás hace mucho, aunque físicamente esté cerca, moralmente, no lo está, la has perdido. 
No es culpa tuya, es culpa del tiempo y de terceras personas, si no, todo seguiría igual, seguiríais siendo amigas.
Mirarle a los ojos y sentirte avergonzada, saber que habéis cambiado las dos. No poder retenerle la mirada por mucho tiempo. Ya no es igual. Es una extraña, una persona más.

lunes, abril 30, 2012

Ya te conocía de antes.

No suele pasarme muy a menudo, pero cuando me pasa, no puedo evitar extrañarme. Esa sensación... Esa sensación de conocer a alguien de antes, de haber vivido algo juntas...

Esa sensación de poder confiar en ella, como si llevara una vida a tu lado. Ese calor que transmiten sus abrazos, con los que te sientes protegida. Sentir que puedes ser frágil a su lado, ya que nada puede pasarte mientras ella esté ahí. Ver su sonrisa y no poder evitar sonreír también. Estar con ella y cada vez que te habla o te mira no poder evitar tener una sonrisa tímida en la boca. Sentir que con una sola mirada la dices todo, lo mucho que la quieres, que la vas a echar de menos hasta que la puedas volver a abrazar, que si por ti fuese no dejarías que se marchara...

En nada y menos ha conseguido que la tenga verdadero cariño, como una amiga, una buena amiga, me arriesgaría incluso a decir: como a una hermana. Una hermana mayor. Tal vez tenga muchos pájaros en la cabeza, seguramente, pero es así como lo pienso, y de verdad, no quiero que esto cambie nunca. 
Quiero poder abrazarte siempre y seguir sintiendo lo mismo, seguir sintiéndome protegida entre tus brazos y poder pasarme las horas muertas hablando tonterías contigo. Cuando hablo contigo es como si volviese a mi infancia, nada mas importa, me despreocupo por un momento y solo me centro en ti, en que quiero verte sonreír y que si no lo haces yo tampoco podré.

De verdad, suena muy ñoño, pero te quiero y no lo puedo evitar. Te conocí de casualidad, y mira hasta donde has llegado, eres genial, en serio, alguien como tú merece tener motivos para sonreír constantemente y si no los tienes procurare dártelos porque te quiero de verdad. 

lunes, abril 16, 2012

Etiquetas.

"Guapo, feo, delgado, gordo, fuerte, gay, hetero, débil, alto, bajo..."

Todo eso son etiquetas creadas por la sociedad en la que vivimos.
Son las cosas que nos enseñan desde que nacemos para hacer de nosotros personas inseguras y dependientes. Nos enseñan a depender de alguien para que no nos rebelemos nunca.
Quieren que seamos seres dóciles con unos ideales concretos, para nada propios.
La mayoría, ideales físicos, los cuales solo podemos cambiar con dinero, dinero que ellos nos quieren hacer gastar. Dinero que nos ha costado ganar.
Son Creencias artificiales,
crees en ello porque creces rodeado de esos ideales.

sábado, abril 07, 2012

Grita.

Esa sensación de gritar a una pared,
gritar y que no te escuche nadie.
Estás rodeado de gente
pero nadie se percata de que estás ahí en medio de todos.
Gritando, luchando por ser escuchado.
Grita por la libertad, grita, libérate, suelta esa rabia acumulada.

Sé libre, no dependas de nada ni de nadie.
Sigue luchando hasta que lo consigas.
Un día llegarás a ser escuchado y todo este esfuerzo habrá merecido la pena.
Nunca te rindas,
sé fuerte,
puedes con esto y más.

Sigue hacia adelante,
no estás solo.

Ya empiezan a escucharte,
ya no eres invisible.
Se han dado cuenta de que tienes algo que decir.
Atento, te escuchan, te miran, te prestan atención.

Eso es, no te desesperes, paran a escucharte, ¡Muy bien!.

Adelante,
mírales a los ojos y diles lo que sientes.
Diles todo lo que te han hecho sentir hasta ahora,
diles que has aprendido a vivir sin ellos
y que puedes con todo y más.
Eres invencible.
Siéntete en la cima del mundo.
 Demuestra que no te volverán a hundir.


Eres libre.
Por fin.
Conseguiste ser escuchado.
Te liberaste de las cadenas que te ataban a esta sociedad.
Nadie más te volverá a juzgar.
Corre, sé feliz,
lejos de aquí
y cada vez que recuerdes este momento,
sonríe y piensa que pudiste con ellos.

domingo, marzo 25, 2012

Pensamientos.


Desaparecer una semana, intentar desconectar, olvidarme de ti, ver si solo eres una simple ilusión y darme cuenta de que te quiero mucho más de lo que yo pensaba.

¿Ahora qué? ¿Qué hago yo? Nunca me he sentido de esta forma. Ir esquivando a la gente, ir buscando la soledad para que no vean brotar las lágrimas de mis ojos mientras pienso en ti. Soñar cada noche con estar a tu lado, con oír tu voz, con sentir tus abrazos, tus labios. Imaginarme de tu mano sin preocupaciones. Imaginarme mirándote a los ojos, esos preciosos ojos marrones. Dices que te veré, pero no me lo llego a creer, sería demasiado bueno verte, tanto, que no me puede pasar. Sé que algo pasará y no te podré ver, pero no solo esta vez, pasará siempre. Presiento que eres imposible hasta para eso.

En realidad, no sé muy bien si quiero verte. Aparentar que no siento nada por ti es muy difícil. No sé ni como reaccionar, no sé si podré darte un abrazo sin temblar. No sé como será tu reacción al verme, ni si quiera sé que pasará de aquí a una semana. Pero lo que si sé, es que te quiero más de lo que piensas, te quiero más de lo que yo misma imaginaba.

viernes, marzo 16, 2012

Lost in you.


Quiero perderme entre las ondas de tu pelo, acariciar cada centímetro de tu cuerpo. Mirarte a los ojos, besar tu cuello, hacerte ver lo mucho que te quiero. Y es que no miento cuando digo lo mucho que eres para mí. Poco tiempo, pocas palabras, nada que decir, todo que callar, nada que saber, poco que perder, mucho que sentir cuando escuche tu latir.

Sueño con tu calor, ese momento en el que tu corazón y el mío se sincronicen. Quiero verte, abrazarte, acariciar tu pelo, mirarte a los ojos, decir "te quiero", grabar tu voz en mi memoria, tu sonrisa, tu olor, grabar tu nombre en mi corazón.

Ojalá algún día pueda decir que todo esto se hizo realidad, vimos que no había nada que perder y mucho que ganar. Poder hablar de ese momento que tantas veces he deseado que fuera realidad.

No me importa la distancia si nuestros corazones están unidos, si esas mariposas que juegan por tu ombligo salen a causa de hablar conmigo. Quiero perderme en ti, perderme entre tus brazos, enredarme con tus manos, acariciar tus mejillas con dulzura, besar tus labios, alimentarme con tu aire.

Simplemente, te quiero a ti.

martes, marzo 06, 2012

Quiero volver a ser feliz.


Quiero volver a ser feliz, llorar de tanto reír, sentirme casi en las nubes.
Quiero volar, escapar lejos de aquí, notar el viento sobre mí, mirar al horizonte y descubrir que me queda mucho por vivir.

Quiero volver a ser feliz, no tener que volver a sufrir, olvidar todo lo que aprendí, no recordar todas aquellas personas que perdí, conocer nuevas personas y descubrir que me queda mucho por vivir.

Quiero volver a ser feliz, volver a sonreír, ser capaz de vivir, empezar de cero lejos de aquí , el lugar donde crecí. No volver a mirar atrás y descubrir que me queda mucho por vivir.

Solamente quiero olvidar, empezar de cero con las personas adecuadas, borrar de mi vida las que no me hacen falta y solo me han ocasionado problemas, quiero... volver a ser feliz lejos de aquí.

Se avecina una tormenta.

Siento que se avecina una tormenta, una tormenta de sentimientos y emociones. Tristeza, alegría, enfado, celos, amor...

Todo es demasiado extraño, nunca me había pasado. Por fin he dicho lo que de verdad pienso y siento, aunque no haya servido de nada. Sabes mis sentimientos, pero obviamente eso no te hará cambiar de opinión. Mi intención tampoco era esa, simplemente pensé que de verdad merecías saber lo que pienso y siento por ti.

Preguntarás por qué a pesar de todo te sigo ayudando y apoyando con otros amores aunque yo no salga beneficiada, te diré una cosa:
Por mucho que yo me opusiera no cambiarías de opinión, yo no conseguiría nada y además sería muy egoísta ver tu soledad por mi bienestar. Prefiero verte feliz, alegre y rebosando de amor por otra, que triste y llorando por los rincones de tu oscura habitación por mi egoísmo.
Simplemente quiero desearte una feliz vida aunque yo me tenga que alejar ligeramente de ella para dejarla transcurrir .
Sé fuerte, valiente y nunca dudes en contar conmigo para lo que sea, a pesar de todo, sigo siendo una amiga más.

martes, febrero 28, 2012

Ángel Guardián.

Quiero ver tu felicidad,
ver como tus sueños se hacen realidad.
No importa que no me incluyas en tus planes.
Simplemente piensa en ti, sé egoísta.

Imagino cómo sería todo si pudieses ser feliz de mi mano,
pero como no es así, me hago a un lado.

Seguiré ahí, por supuesto, jamás te abandonaría.
Desde la distancia te cuidaré todo lo que pueda,
secaré tus lágrimas, sonreiré con tus alegrías.
Interpondré tu felicidad a la mía.
Si tú eres feliz, yo soy feliz.

Siempre quedará ese toque de pequeños celos,
tal vez, en ocasiones, me muestre distante,
pero piensa que es duro ver
como no te hago falta
mientras que tú eres la razón por la que no pierdo la esperanza.
Es como si tuviese que cuidar de ti
y ocuparme de tu felicidad,
como si fuera tu ángel guardián.

Quiero estar ahí cuando todo lo malo al fin pase y quiero ver una sonrisa por cada lágrima derramada. Porque tu sonrisa ilumina el día más oscuro, triste, y más si a quien sonríes es a mí.

domingo, febrero 19, 2012

Pequeño relato.


Tal vez tenga dos caminos para elegir.
En uno de ellos estás tú, esperándome para recorrerlo de tu mano.
En el otro no hay nada visible, todo es nítido.

Tomaré este segundo camino, es frío y oscuro. Al principio hay un bosque marchitado por el tiempo, niebla y árboles deshojados. La niebla está ahí porque no veo a donde voy. Los árboles están deshojados porque solo se riegan con tu amor. Ese que das y luego quitas sin dar explicación.

Llegaste sin avisar, entrando poco a poco con cautela en mi camino. Ese camino que yo escogí para evitarte y no sufrir. Pero tu dulzura, carisma y sentido del humor consiguieron cautivarme y conseguiste enamorarme.
Voy avanzando lentamente por el camino mientras tú te acercas más y más, ganándote mi confianza y te ganas cuidadosamente mi corazón. Todo empezó siendo un juego pero sin quererlo lo estás convirtiendo en amor verdadero.

Paso las horas sentada frente a tu reflejo, mas por desgracia, no puede ver tu preciosa cara de verdad porque no estás a mi lado. Me haces pensar que para ti es todo un simple juego. No lo es, esto es cada vez más serio ahora hay sentimientos de por medio.
Estos sentimientos crecen con el tiempo. Tú inconscientemente haces que crezcan. Quizás no sea tu intención pero deberías de controlar tus actos antes de que alguien salga herido, no físicamente, no...

Estás tan dentro de mí que me puedes destrozar con una sola palabra. Sacarme una sonrisa con un solo gesto o hacerme más fuerte con una frase alentadora. Siento cuando estás triste, alegre o cabreada porque cuando tú lloras yo me derrumbo. Solo con una sonrisa consigues iluminar mi día y cuando alguien te cabrea remuevo cielo y tierra para encontrarle.

Ahora viene la parte difícil, en la cual tú decides alejarte. Ahora que me he acostumbrado a tenerte en mi camino, a tu sonrisa, a tus ''cabreos'' tontos acabados en un ''te quiero''...

Pero no puedo retenerte eres libre, puedes irte, pero si te vas asegúrate de no volver y de llevarte todo cuanto me diste para no sufrir con tu recuerdo.

Y es que sigo teniendo esa carta guardada para no poder perderla jamás. Porque significa demasiado para mí, por el simple hecho de que me la escribiste tú con todo tu cariño.
Un día que yo estaba triste, y sentía que mi mundo se derrumbaba. Ahí estabas tú, llegaste y me sacaste una sonrisa cuando mas lo necesitaba. Incluso me hiciste llorar, pero de alegría. Fuiste ese rayo de sol esperanzador en un día lluvioso de invierno. Me transmitías ese calor especial. Porque tú eras y sigues siendo especial.
A pesar de la distancia y llevar tanto tiempo sin verte, para mi es como si te hubieses ido una pequeña temporada. Tengo la esperanza de volverte a ver. Y sé que tarde o temprano podré darte otro abrazo como el que selló nuestra despedida. Aún recuerdo que me tuviste que apartar porque yo no quería soltarte. Te abracé con todas mis fuerzas para que supieras todo lo que te quería, y te sigo queriendo. Porque para mí has sido mucho más que una amiga, incluso que una hermana, has sido alguien más que especial...
Eres genial y te deseo lo mejor.

Como una madre.

Crecer junto a ti y darme cuenta de que nuestras almas están unidas, por muy lejos que te vayas yo siempre velaré por ti. Tendré todos esos maravillosos recuerdos junto a ti en mi corazón.
Gracias a ti me he dado cuenta de que nuestras almas son como palomas. Algún día tienen que escapar de la jaula a la que llamamos cuerpo y salir volando alto, muy alto, hasta el cielo, para ser libres y felices. Se acabaron los dolores. Se acabó el sufrir. Sé que estarás en un lugar precioso tan precioso como tú, porque tienes un alma pura y un corazón inmenso. Jamás hiciste daño a nadie y si lo hiciste, todos sabemos que no fue adrede y pedirías disculpas una y otra vez.
Tú me ayudaste a crecer, a ser fuerte y poder hacer las cosas por mi misma, sin depender de nadie aún siendo una niña. He visto como te has ido marchitando cual rosa sin espinas en un jardín seco y descuidado. Yo crecía pero tú te ibas lentamente ante mis ojos y no podía hacer nada. Te daba la mano intentando trasmitirte todo el cariño que te tenía, te tengo y te tendré. Porque has sido una madre para mí y has estado cuando más te necesitaba.

Me encantaría poder estar una vida junto a ti, pero por desgracia no puedo. Tienes que seguir tu camino y volar. Vuela alto, muy alto. Quiero que llegues al cielo y no vuelvas a sufrir. Sé que me mirarás desde allí arriba y me seguirás guiando como hacías en antaño. A pesar de no tener tu cuerpo presente te siento en mi corazón y jamás te olvidaré. Te quiero.

Cuando una persona te ha querido mucho, eso nunca se olvida.

Menos se olvida cuando tú la has llegado a querer más, pero tu subconsciente lo oculta para no hacerte daño, solo los olores, las canciones y los objetos, avivan esos recuerdos y te hacen pensar en el pasado, derramando lágrimas, lágrimas que caen solas a pesar de hacer un esfuerzo por retenerlas...

Los sentimientos jamás se olvidan, simplemente los ocultamos para no verlos y eso no sirve de nada porque siempre acaban saliendo de nuevo.

Sigues aquí


Ese abrazo que un día me diste. Yo quería que fuese eterno pero tú tenias que partir. Recuerdo sentir que ya no volverías pero no quise pensarlo.
Recordar todo lo que vivimos y un abrazo cerró nuestra historia, puso el punto y final, fue nuestra despedida.
Espero que no me olvides nunca y puedas seguir haciendo una vida normal, aunque yo no forme parte de ella, ya que yo no podré olvidar tu recuerdo y vivir como si tú no hubieses estado en mi corazón. Porque además de haber estado, has dejado tu dulce huella y nunca dejaré que se borre, mas sin ella, una parte de mi vida desaparecería.
Así es nuestra eterna despedida, tal vez, tú la des por finalizada, pero yo no. No quiero despedirme de ti jamás.
No me despediré de ti hasta el día en que ese recuerdo se borre de mi mente y mi corazón.
Entonces digamos que no fue un ''adiós'', simplemente, un ''hasta luego''.

No te olvidaré


Porque todo no es tan fácil como parece, sé que no me olvidaré de ti fácilmente. Es mas, no quiero olvidarme de ti, son tantos los recuerdos que son imposibles de borrar. Seguro que tú piensas igual aunque cada día te olvides un poquito más de mi. Espero que no me olvides del todo y sepas que siempre estaré ahí esperando paciente a que me saludes, me sonrías o me abraces como lo hacías antes, porque tú has sido alguien demasiado importante en mi vida y me has ayudado a superar momentos muy difíciles y sé que sin ti no lo habría conseguido. Espero que si lees esto te des cuenta de cuanto te recuerdo y que no quiero olvidarte, siempre serás una persona muy especial para mí, por tu forma de ser, por tus tonterías,  por nuestros motes, por tus abrazos, por cuanto me querías (espero sigas queriéndome así) porque me duele pensar que me estás olvidando y ese cariño que te tengo, tú ya no lo sientas hacia mí o al menos no como antes, pero que sepas que yo te seguiré queriendo como si nunca te hubieras alejado de mi.
Porque a pesar de la distancia mi corazón no se separará de ti, jamás .