sábado, abril 26, 2014

Parte I

No, esta no va a ser una entrada más de adolescente encaprichada. Este hueco en blanco ha susurrado mi nombre, para que haga un buen uso de él y lo haga mío.

Sí, voy a hacer completamente mía esta entrada, puede que no te vaya a interesar tanto como ahora mismo crees, así que, no voy a intentar convencerte de que sigas leyendo.
Dicho esto:

Buenos días.

No hace ni una hora que abrí los ojos después de una noche de sueños. Sueños sí, repleta de sueños que hacían que me despertase constantemente. Sueños en los que consigo ser feliz aunque duren dos minutos y lo único bueno que saque de ellos sea un sí de mi madre ante la petición de traer un perrito a casa.

He abierto los ojos aún con esa sensación de entusiasmo por la noticia y, seguiendo adormilada, mi primer impulso ha sido ir a contárselo a mi hermano, como cuando éramos pequeños y compartíamos cualquier mínima alegría, hacíamos algo muy grande de algo que, en otros ojos, parecía muy pequeño.

Al momento he terminado de despertarme o bueno, no. Porque últimamente estoy como en un sueño constante. Soy consciente de que el tiempo sigue pasando y pasando, pero yo no voy con él. Todo sigue su curso menos yo, que llevo estancada en esta situación de agobio, una situación en la que lo único que llego a sentir es unos latidos muy acelerados dentro de mí y una dificultad para respirar horrible, una situación que ha estado durando demasiado tiempo.

Sólo quiero que acabe. Mayormente me ocurre cuando estoy sola, en mi casa, en mi cama, cuando me da por pensar y lo veo todo demasiado oscuro. Pido ayuda, de verdad que la pido, pero nadie sabe cómo ayudarme. Y yo no sé cómo ayudarlos a ellos a ayudarme.

He caído en una especie de bucle agobiante del que no puedo salir. Conozco su principio y también sé su final. Soy como una bomba de relojería y exploto cada cierto tiempo. Tranquilos, yo me entiendo.

Quizás esto de narraros las cuatro gilipolleces que me pasan por mente sea más útil de lo que creía.
Puede que vuelva a hacerlo.

Ahora en serio, que tengáis un buen día, una buena tarde y una mejor noche.

Hasta pronto.