sábado, abril 07, 2012

Grita.

Esa sensación de gritar a una pared,
gritar y que no te escuche nadie.
Estás rodeado de gente
pero nadie se percata de que estás ahí en medio de todos.
Gritando, luchando por ser escuchado.
Grita por la libertad, grita, libérate, suelta esa rabia acumulada.

Sé libre, no dependas de nada ni de nadie.
Sigue luchando hasta que lo consigas.
Un día llegarás a ser escuchado y todo este esfuerzo habrá merecido la pena.
Nunca te rindas,
sé fuerte,
puedes con esto y más.

Sigue hacia adelante,
no estás solo.

Ya empiezan a escucharte,
ya no eres invisible.
Se han dado cuenta de que tienes algo que decir.
Atento, te escuchan, te miran, te prestan atención.

Eso es, no te desesperes, paran a escucharte, ¡Muy bien!.

Adelante,
mírales a los ojos y diles lo que sientes.
Diles todo lo que te han hecho sentir hasta ahora,
diles que has aprendido a vivir sin ellos
y que puedes con todo y más.
Eres invencible.
Siéntete en la cima del mundo.
 Demuestra que no te volverán a hundir.


Eres libre.
Por fin.
Conseguiste ser escuchado.
Te liberaste de las cadenas que te ataban a esta sociedad.
Nadie más te volverá a juzgar.
Corre, sé feliz,
lejos de aquí
y cada vez que recuerdes este momento,
sonríe y piensa que pudiste con ellos.

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