martes, enero 26, 2016

Parte V

Buenas noches.

Odio empezar con tales eufemismos cuando ni siquiera la noche está siendo buena con nosotros.

Es la noche quien nos atrapa y oscurece todo, nos oscurece. Oscurece los recuerdos, los sentimientos y apaga todas las luces para que el futuro siga siendo igual de incierto.

A veces pienso que vivo en una noche permanente, que yo soy mi propia cárcel y me privo de mi propia libertad. ¿Lo peor? No puedo controlarlo. Creo que no hay peor sensación que ser consciente de algo, y a su vez serlo, de que no puedes cambiarlo. Quizá estoy demasiado acostumbrada a tener "todo controlado",  y cuando algo está fuera de mi alcance, pum. Se funden las luces, llega la noche y desaparece casi toda la esperanza. Sí, casi toda. Porque estoy segura de que lo único que me mantiene con vida es esa pequeña chispa de esperanza.

'Its just a spark, but its enough to keep me going'... y se me eriza la piel con cada nota desde que entiendo el verdadero significado de esta canción. Last Hope.

Sé que no debería querer tener todo bajo control, ni volverme loca cada vez que algo se tuerce, o se apagan las luces y no soy capaz de ver lo que me espera por mucho que quiera adelantarme a los acontecimientos. Sé que aunque no lo vea, debe haber algo mejor por el camino y tengo que luchar por salir del agujero en el que mi subconsciente me sumerge cada vez más.

Cuando las voces de tu cabeza se alían en tu contra y hablan todas a la vez para convencerte de que no puedes, cuesta más. Estoy sola en el campo de batalla, y ellos son demasiados. No paro de pensar que estoy gritando "ayuda" con la mirada, pero las voces crean un escudo imposible de traspasar incluso por las emociones.