martes, febrero 28, 2012

Ángel Guardián.

Quiero ver tu felicidad,
ver como tus sueños se hacen realidad.
No importa que no me incluyas en tus planes.
Simplemente piensa en ti, sé egoísta.

Imagino cómo sería todo si pudieses ser feliz de mi mano,
pero como no es así, me hago a un lado.

Seguiré ahí, por supuesto, jamás te abandonaría.
Desde la distancia te cuidaré todo lo que pueda,
secaré tus lágrimas, sonreiré con tus alegrías.
Interpondré tu felicidad a la mía.
Si tú eres feliz, yo soy feliz.

Siempre quedará ese toque de pequeños celos,
tal vez, en ocasiones, me muestre distante,
pero piensa que es duro ver
como no te hago falta
mientras que tú eres la razón por la que no pierdo la esperanza.
Es como si tuviese que cuidar de ti
y ocuparme de tu felicidad,
como si fuera tu ángel guardián.

Quiero estar ahí cuando todo lo malo al fin pase y quiero ver una sonrisa por cada lágrima derramada. Porque tu sonrisa ilumina el día más oscuro, triste, y más si a quien sonríes es a mí.

domingo, febrero 19, 2012

Pequeño relato.


Tal vez tenga dos caminos para elegir.
En uno de ellos estás tú, esperándome para recorrerlo de tu mano.
En el otro no hay nada visible, todo es nítido.

Tomaré este segundo camino, es frío y oscuro. Al principio hay un bosque marchitado por el tiempo, niebla y árboles deshojados. La niebla está ahí porque no veo a donde voy. Los árboles están deshojados porque solo se riegan con tu amor. Ese que das y luego quitas sin dar explicación.

Llegaste sin avisar, entrando poco a poco con cautela en mi camino. Ese camino que yo escogí para evitarte y no sufrir. Pero tu dulzura, carisma y sentido del humor consiguieron cautivarme y conseguiste enamorarme.
Voy avanzando lentamente por el camino mientras tú te acercas más y más, ganándote mi confianza y te ganas cuidadosamente mi corazón. Todo empezó siendo un juego pero sin quererlo lo estás convirtiendo en amor verdadero.

Paso las horas sentada frente a tu reflejo, mas por desgracia, no puede ver tu preciosa cara de verdad porque no estás a mi lado. Me haces pensar que para ti es todo un simple juego. No lo es, esto es cada vez más serio ahora hay sentimientos de por medio.
Estos sentimientos crecen con el tiempo. Tú inconscientemente haces que crezcan. Quizás no sea tu intención pero deberías de controlar tus actos antes de que alguien salga herido, no físicamente, no...

Estás tan dentro de mí que me puedes destrozar con una sola palabra. Sacarme una sonrisa con un solo gesto o hacerme más fuerte con una frase alentadora. Siento cuando estás triste, alegre o cabreada porque cuando tú lloras yo me derrumbo. Solo con una sonrisa consigues iluminar mi día y cuando alguien te cabrea remuevo cielo y tierra para encontrarle.

Ahora viene la parte difícil, en la cual tú decides alejarte. Ahora que me he acostumbrado a tenerte en mi camino, a tu sonrisa, a tus ''cabreos'' tontos acabados en un ''te quiero''...

Pero no puedo retenerte eres libre, puedes irte, pero si te vas asegúrate de no volver y de llevarte todo cuanto me diste para no sufrir con tu recuerdo.

Y es que sigo teniendo esa carta guardada para no poder perderla jamás. Porque significa demasiado para mí, por el simple hecho de que me la escribiste tú con todo tu cariño.
Un día que yo estaba triste, y sentía que mi mundo se derrumbaba. Ahí estabas tú, llegaste y me sacaste una sonrisa cuando mas lo necesitaba. Incluso me hiciste llorar, pero de alegría. Fuiste ese rayo de sol esperanzador en un día lluvioso de invierno. Me transmitías ese calor especial. Porque tú eras y sigues siendo especial.
A pesar de la distancia y llevar tanto tiempo sin verte, para mi es como si te hubieses ido una pequeña temporada. Tengo la esperanza de volverte a ver. Y sé que tarde o temprano podré darte otro abrazo como el que selló nuestra despedida. Aún recuerdo que me tuviste que apartar porque yo no quería soltarte. Te abracé con todas mis fuerzas para que supieras todo lo que te quería, y te sigo queriendo. Porque para mí has sido mucho más que una amiga, incluso que una hermana, has sido alguien más que especial...
Eres genial y te deseo lo mejor.

Como una madre.

Crecer junto a ti y darme cuenta de que nuestras almas están unidas, por muy lejos que te vayas yo siempre velaré por ti. Tendré todos esos maravillosos recuerdos junto a ti en mi corazón.
Gracias a ti me he dado cuenta de que nuestras almas son como palomas. Algún día tienen que escapar de la jaula a la que llamamos cuerpo y salir volando alto, muy alto, hasta el cielo, para ser libres y felices. Se acabaron los dolores. Se acabó el sufrir. Sé que estarás en un lugar precioso tan precioso como tú, porque tienes un alma pura y un corazón inmenso. Jamás hiciste daño a nadie y si lo hiciste, todos sabemos que no fue adrede y pedirías disculpas una y otra vez.
Tú me ayudaste a crecer, a ser fuerte y poder hacer las cosas por mi misma, sin depender de nadie aún siendo una niña. He visto como te has ido marchitando cual rosa sin espinas en un jardín seco y descuidado. Yo crecía pero tú te ibas lentamente ante mis ojos y no podía hacer nada. Te daba la mano intentando trasmitirte todo el cariño que te tenía, te tengo y te tendré. Porque has sido una madre para mí y has estado cuando más te necesitaba.

Me encantaría poder estar una vida junto a ti, pero por desgracia no puedo. Tienes que seguir tu camino y volar. Vuela alto, muy alto. Quiero que llegues al cielo y no vuelvas a sufrir. Sé que me mirarás desde allí arriba y me seguirás guiando como hacías en antaño. A pesar de no tener tu cuerpo presente te siento en mi corazón y jamás te olvidaré. Te quiero.

Cuando una persona te ha querido mucho, eso nunca se olvida.

Menos se olvida cuando tú la has llegado a querer más, pero tu subconsciente lo oculta para no hacerte daño, solo los olores, las canciones y los objetos, avivan esos recuerdos y te hacen pensar en el pasado, derramando lágrimas, lágrimas que caen solas a pesar de hacer un esfuerzo por retenerlas...

Los sentimientos jamás se olvidan, simplemente los ocultamos para no verlos y eso no sirve de nada porque siempre acaban saliendo de nuevo.

Sigues aquí


Ese abrazo que un día me diste. Yo quería que fuese eterno pero tú tenias que partir. Recuerdo sentir que ya no volverías pero no quise pensarlo.
Recordar todo lo que vivimos y un abrazo cerró nuestra historia, puso el punto y final, fue nuestra despedida.
Espero que no me olvides nunca y puedas seguir haciendo una vida normal, aunque yo no forme parte de ella, ya que yo no podré olvidar tu recuerdo y vivir como si tú no hubieses estado en mi corazón. Porque además de haber estado, has dejado tu dulce huella y nunca dejaré que se borre, mas sin ella, una parte de mi vida desaparecería.
Así es nuestra eterna despedida, tal vez, tú la des por finalizada, pero yo no. No quiero despedirme de ti jamás.
No me despediré de ti hasta el día en que ese recuerdo se borre de mi mente y mi corazón.
Entonces digamos que no fue un ''adiós'', simplemente, un ''hasta luego''.

No te olvidaré


Porque todo no es tan fácil como parece, sé que no me olvidaré de ti fácilmente. Es mas, no quiero olvidarme de ti, son tantos los recuerdos que son imposibles de borrar. Seguro que tú piensas igual aunque cada día te olvides un poquito más de mi. Espero que no me olvides del todo y sepas que siempre estaré ahí esperando paciente a que me saludes, me sonrías o me abraces como lo hacías antes, porque tú has sido alguien demasiado importante en mi vida y me has ayudado a superar momentos muy difíciles y sé que sin ti no lo habría conseguido. Espero que si lees esto te des cuenta de cuanto te recuerdo y que no quiero olvidarte, siempre serás una persona muy especial para mí, por tu forma de ser, por tus tonterías,  por nuestros motes, por tus abrazos, por cuanto me querías (espero sigas queriéndome así) porque me duele pensar que me estás olvidando y ese cariño que te tengo, tú ya no lo sientas hacia mí o al menos no como antes, pero que sepas que yo te seguiré queriendo como si nunca te hubieras alejado de mi.
Porque a pesar de la distancia mi corazón no se separará de ti, jamás .