domingo, febrero 19, 2012

Como una madre.

Crecer junto a ti y darme cuenta de que nuestras almas están unidas, por muy lejos que te vayas yo siempre velaré por ti. Tendré todos esos maravillosos recuerdos junto a ti en mi corazón.
Gracias a ti me he dado cuenta de que nuestras almas son como palomas. Algún día tienen que escapar de la jaula a la que llamamos cuerpo y salir volando alto, muy alto, hasta el cielo, para ser libres y felices. Se acabaron los dolores. Se acabó el sufrir. Sé que estarás en un lugar precioso tan precioso como tú, porque tienes un alma pura y un corazón inmenso. Jamás hiciste daño a nadie y si lo hiciste, todos sabemos que no fue adrede y pedirías disculpas una y otra vez.
Tú me ayudaste a crecer, a ser fuerte y poder hacer las cosas por mi misma, sin depender de nadie aún siendo una niña. He visto como te has ido marchitando cual rosa sin espinas en un jardín seco y descuidado. Yo crecía pero tú te ibas lentamente ante mis ojos y no podía hacer nada. Te daba la mano intentando trasmitirte todo el cariño que te tenía, te tengo y te tendré. Porque has sido una madre para mí y has estado cuando más te necesitaba.

Me encantaría poder estar una vida junto a ti, pero por desgracia no puedo. Tienes que seguir tu camino y volar. Vuela alto, muy alto. Quiero que llegues al cielo y no vuelvas a sufrir. Sé que me mirarás desde allí arriba y me seguirás guiando como hacías en antaño. A pesar de no tener tu cuerpo presente te siento en mi corazón y jamás te olvidaré. Te quiero.

No hay comentarios:

Publicar un comentario