miércoles, junio 24, 2015

O puede que no sepa nada.

Sí, lo sé. Sé que nada es lo mismo, pero sigo queriendo creer que aún puede serlo. Que podemos ser como dos niñas de nuevo, libres de preocupaciones y llenas de sonrisas. Que seamos primer y último pensamiento de cada día, pero sin dolernos.

Te preguntarás cómo sigo escribiéndote después de todo lo que hemos vivido tan por separado. Quizá sea por que no pese tanto tu ausencia o quizá, por idiota, esté haciendo que sea más difícil de llevar esto de querer a alguien que sólo existe en la memoria. Alguien que se perdió en el recuerdo y sigue escondida en vida.

Supongo que los viejos hábitos cuando reconfortan es por algo, pequeña. No hay día que no te piense, ni canción que no hable de ti o de Diciembre, que obligue a saltar a esos recuerdos, a tus besos, tus abrazos, a tu olor en mi memoria.

Desde que te perdiste, me perdí contigo.
Y la esperanza de volvernos a encontrar me reduce junto a cada "te quiero" ahogado entre suspiros.