Si te digo la verdad,
esta noche sólo tenía ganas
de escribirte y sentirte
con más de cinco sentidos.
De hacer de tu recuerdo algo real,
ese algo a lo que abrazar
cuando no puedo dormir
de madrugada,
o cuando me entra sueño
a las cuatro de la tarde.
Tenía ganas de que estuvieras a mi lado
y me he sorprendido intentando sorprenderte
con ideas dignas de un bombero.
Ahora sólo me quedan las ganas de recitarte
mil frases de canciones al oído,
de esas que tanto me recuerdan a ti
aunque no tengan nada que ver
las unas con las otras,
o contigo,
o conmigo.
Y esperar a que caigas rendida
después de un día cansado de
no-hacer-nada.
Y contarte mientras duermes
que mi día se ha basado en pensar
en ti, en cómo te estaría
tratando hoy la vida
y lo que me hubiera gustado
no-hacer-nada
pero contigo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario