Vamos a hacer un trato: yo te abrazaré cuando tengas frío, secaré tus lágrimas antes de que se precipiten al vacío. Te haré reír cuando tu mundo se venga abajo. Contaré tus lunares un tanto despacio. Acompañaré tus noches con besos y caricias por tu piel con cierta timidez. Retiraré los mechones de tu cabello. Mimaré la sonrisa que se forma en tu cuello. Caminaré por las kilométricas carreteras de ciudad que son tus piernas. Pero lo haré muy despacio, parándome a contemplar cada mínimo detalle. Disfrutaremos del viaje que nos otorga la pasión en una noche de verano. De amor. De locura. Pasaré contigo primaveras, entre susurros y caricias. Otoños de ventoleras, hojas secas y paseos por el centro de Madrid. Inviernos fríos que fundiremos con el calor de nuestro abrazo y todo será más llevadero. Acompañaré tus mañanas con cafés bien cargados y besos de buenos días. Tus noches con suaves masajes en la espalda en los que acabarás durmiendo abrazada a la almohada y yo abrazada a ti. Te acompañaré en tus duras madrugadas y haremos de ellas un momento para recordar.
Pero a cambio, tú, no te puedes marchar.
No hay comentarios:
Publicar un comentario